Aunque estés sumergido en tu historia, recuerda que debes dejar tiempo a tu mente para el descanso. Incluso, para seguir absorbiendo material. Si a la vez que escribes, leer algún libro de temática similar te ayudara a coger ideas, eliminar malas ideas, sustituir ideas repetidas, utilizar palabras desconocidas hasta entonces.
El abanico de opciones se amplía notablemente.